El alcalde de Lagos ya decidió qué hacer con las Fiestas de Agosto. Integrará un comité con su gente de confianza: los directores de su administración.
Y para no arriesgarse a vivir la mala experiencia de 2010, cuando una mayoría de regidores ¡hasta de su propio partido! le echó abajo sus planes, recurrirá a las facultades que le dan la propia ley y sus reglamentos para nombrar directamente a los responsables.
Esta decisión avecina una tormenta en el Ayuntamiento porque lo más seguro es que algunos estén enojados al ver como se les van unos centavitos extras, como aquellos 50 mil por cabeza de 2010.
Finalmente José Brizuela se decidió por Susana Muñoz Torres para encabezar el comité ferial. La titular de Turismo tendrá muy poco tiempo para sacar adelante la empresa, tomando en cuenta que restan prácticamente dos meses para el arranque de las festividades.
Deberá trabajar a marchas forzadas. Y rodearse de un equipo experimentado y conocedor de los múltiples recovecos y trampas que tiene la organización de unas fiestas tan maltratadas. Confiamos en que sus asesores –que los tiene- le clarifiquen el camino.
Porque el trabajo de un comité organizador no es meterse a empresario, y menos con el dinero público, como ocurrió anteriormente, dando al traste la expectativa del pueblo que quiere divertirse sanamente, en un ambiente tranquilo y seguro.
Que los empresarios hagan empresa, que los comerciantes vendan y que el público se divierta, dentro de la tradición. De ese tamaño es la faena.
Menuda tarea le han echado encima a Muñoz Torres. Tendrá que enfrentar las inercias y lidiar con jefes de la presidencia y con los mismos regidores que siempre reclaman su espacio. “Su lugarcito” (gratuito, de cortesía, de gollete pues) para vender bebidas y hacer su agosto.
Por cierto, en la sesión de Ayuntamiento de este jueves, la regidora Lourdes Olvera Banda tomó la palabra 22 veces. ¡22 veces! Y quiere que Susana Muñoz, como directora de Turismo presente un informe de sus actividades. La panalista está preocupada por la participación de Lagos en el certamen de belleza Región de los Altos. Según los usos, como Lagos ganó en 2010, ahora le toca organizarlo.
Resta preguntarnos, no sin cierta suspicacia –lo admito- ¿qué pasará los próximos dos meses con el trabajo de las direcciones municipales involucradas? ¿Los integrantes estarán dispuestos a laborar doble jornada así nomás? ¿No se verán descuidadas sus responsabilidades de presidencia?
El alcalde ya lo dijo claramente: las ediciones de las fiestas de 2009 y 2010 dejaron “un mal sabor de boca” y la expresión es benévola. Podría haber dicho que nos fue ¡como en feria!
